📷 En un mundo ancestral en el que debíamos sortear depredadores que acechaban en cualquier lugar, lo más inteligente era desconfiar de todo y de todos, si no queríamos morir devorados o simplemente de hambre. Ese instinto de supervivencia estaba totalmente adaptado a situaciones de alto riesgo donde nuestro lado más humano, es decir, más racional, queda relegado por los instintos más primitivos, principalmente los que generan el miedo.
Sin embargo, en un mundo donde lo que buscamos es inspirar y ser inspirados, debemos aparcar esos miedos y dejarnos llevar. O sea, si estamos en posición de poder inspirar a otros a través de nuestras interacciones, debemos confiar incondicionalmente en las capacidades de quienes se disponen a trabajar a nuestro lado, voluntaria o involuntariamente, y que se dejen llevar por el espacio y la autonomía que les brindamos para que se desarrollen y evolucionen más allá de lo que nunca se han planteado.
📷 Recuerdo haber conseguido grandes hitos con resultados increíbles, y éstos sucedieron por creer y confiar en que podíamos hacer juntos y en equipo cosas aparentemente imposibles, que iban más allá de lo que nos habíamos imaginado antes.
Sientes esa confianza cuando notas que creen en ti incluso más de lo que lo haces tu mismo, cuando surge la magia y aparece una mejor versión tuya, espectacular y más capaz e innovadora de la que habías sido capaz de mostrar nunca antes, mucho más grande de lo que nunca habías imaginado.
Esa magia se descubre porque alguien con visión e inspirador se empeña en que identifiques y trabajes tus fortalezas, que las limes y consigas que brillen, haciéndote muy buenas preguntas que consiguen que te cuestiones tus creencias más férreas, y que destapes nuevas formas para llegar a tus destinos de forma ágil y con gran calidad.
Y si tengo que hablar de un factor absolutamente determinante en todo este proceso es el de la persistencia. Aquella que precisa quién después de sentir esa confianza se equivoca y tropieza. La misma que necesita quién confió en las capacidades de quién tropezó para tenderle la mano y animarle para que se vuelva a levantar y lo vuelva a intentar, alentándole y tratando de ayudarle a perfeccionar sus movimientos, estructurando los pasos a realizar y programando su ruta de forma más eficiente.
📷 Y ambos deben utilizar un lenguaje positivo, que les empuje a seguir descubriendo un punto todavía más alejado de ese camino complejo y lleno de obstáculos, que sin duda, conseguirán.
Y, ¿cómo se hace todo esto? ... pues se hace cocinando las relaciones a fuego lento, escuchando sincera y profundamente, entendiendo qué cosas convierten a cada persona en un ser especial, dejando una ventana abierta a nuestro corazón que muestre cómo somos y cree ese momentum único, en que nos interesamos los unos por los otros, donde nos apetece ir más allá de conversaciones superficiales, pensando que las dificultades son oportunidades para resurgir con nuestras capacidades potenciales siempre en desarrollo, arrimando el hombro y sabiendo que el aliento sincero tras la corrección adecuada fomenta esa creciente auto-confianza, y al final, creyendo de forma persistente en las personas, desde nuestro lado más humano. 📷
Inspira positivamente a alguien a descubrir su camino más allá de sus capacidades, y encontrarás una recompensa incalculable.
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